El verbo abolir
Álex Grijelmo explica una simpática anécdota en su libro El estilo del periodista.
El verbo abolir se conjuga como el verbo agredir. Esto es, no se conjuga en todos los tiempos, sino en algunos.
Se cuenta que en las cortes de la Segunda República se suscitó un debate sobre la pena de muerte. Unos diputados empezaron a gritar: “¡Que se abola, que se abola!”
Otros respondían: “¡Que se abuela, que se abuela!”
Y Manuel Azaña, buen conocedor del idioma, dijo con voz clara: “¡Que se abolezca!”
Manuel Azaña quizá lo dijo por la analogía con el verbo aborrecer, similar a abolir. Sin embargo, tampoco acertó Azaña.
La forma correcta hubiera sido: “¡Que sea abolida!”
Álex Grijelmo (2005), El estilo del periodista. Madrid: Taurus, (decimotercera edición), pág. 211.