No voy a escribir sobre un jugador del Barça, que también se apellida así. Quiero escribir sobre Stieg Larsson, periodista y reportero de guerra especializado en cuestiones de violencia y grupos radicales, que falleció relativamente joven de un ataque al corazón.
Nos están bombardeando con la trilogía que escribió, Millennium. De la que se ha n publicado ya dos entregas. Hasta el momento, está logrando un gran éxito de lectores.
Resumo algunas ideas que he leído de una crítica fiable.
Historia policíaca atrayente, que mezcla desenfado, agresividad, erotismo, denuncia social de los trusts económicos y personajes que se mueven entre el heroísmo. La galería de conductas, personajes y ambientes está bien cargada de morbosidad, dureza y situaciones explícitas de sexo y violencia moral.
Muchos episodios de la trilogía resultan poco soportables por la densidad perversa de violencia.
Aunque no se trata de novelas muy elaboradas estilíticamente, ofrecen un buen sentido del ritmo y tienen coherencia narrativa.
Hasta aquí las ideas de la crítica, que procede de una traducción parcial de una recensión más amplia publicada en la revista Studi Cattolici (nº 580, junio 2009). Gracias a Aceprensa.
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