prosa clara y sencilla


Si leemos textos de personas que escriben bien, nos expresaremos mejor. Leed este fragmento de un artículo muy bien redactado.

«Querido J:

La necrología es uno de los géneros más delicados del periodismo. Sobre todo porque de la mayoría de los muertos será la última vez que se hable en el periódico. Dado que es el último titular hay que tener cuidado al cuadrarlo. El cuidado que caracteriza los obituarios de los grandes periódicos. Están los clásicos y célebres de The Times, aunque los ingleses son, en general, grandes maestros en el adiós a la vida. Y justo es decir también que este periódico donde te echo las cartas produce las mejores mortajas de la prensa española, sobre todo si el muerto es un periodista y/o bebedor y las escribe Julio Valdeón desde algún respiradero neoyorquino que eche humo de nieve. La cuestión, en fin, es que esta semana se murió Pablo Porta y le despidieron cantando a coro «Pablo, Pablito, Pablete», como si el que hubiese muerto fuera el solista.

Traté a Porta en sus últimos años para hacer dos libros. El primero, la biografía de Samaranch que escribí con Jaume Boix Angelats, y el de los anfitriones catalanes de Franco, del que te hablé la semana pasada y que está por escribir. Era un hombre muy interesante. Conocía como nadie la historia barcelonesa del último medio siglo, también en sus aspectos decorosos: fue un abogado muy potente y nada venial. Su imagen característica era sentado a una mesa cubierta de papelillos. Probablemente al teléfono. Cada papelillo guardaba una confidencia o un cuarto de ella. Tenía un gusto puramente biológico, carnal, por la información. En España sólo hubo un gusto comparable y también perteneció al deporte. Fue el de Raimundo Saporta, el legendario vicepresidente del Real Madrid Madrid, del que Porta aseguraba que era el auténtico bastión del régimen en el club. «Franco nunca se fió de Bernabeu, al que consideraba, en el fondo, un republicanote.» (…)» AE.

Puntuación: 3 de 5.

Deja un comentario

, ,

Publicado por